DESAFÍOS DE LA PARTICIPACIÓN INFANTIL

 

Los niños y las niñas han de formar parte activamente de sus procesos de cambio para lograr la mejora de sus situaciones. Si ellos no participan, los cambios los realizarán otros, si no se les escucha y el adulto no conoce sus necesidades, será complicado diseñar las políticas sociales, por ejemplo. Han de sentirse partícipes de la sociedad en la que viven.
Los niños deben tener opción de participar, de dar su opinión, reflexionar y crear propuestas.
El niño tiene derecho a la participación y esta capacidad ha de desarrollarse. Desde la escuela se les deben dar las herramientas para que sean capaces de tomar decisiones personales sobre cómo vivir, desarrollar las acciones necesarias para lograrlo y asumir las responsabilidades de las decisiones tomadas (autonomía). Esto debe tratarse con ellos desde la etapa de infantil hasta la finalización de su escolarización. 
Aprenderán que no siempre se consigue lo que proponen, aprenderán que el adulto les escucha, aprenderán a defender sus intereses y los de los demás.
Esto supone que el centro educativo sea democrático, abierto a la participación de todos y donde toda opinión cuente y sea valorada. Es necesario establecer dentro de la escuela estructuras participativas y formas de funcionar democráticas.
Toda la comunidad educativa debe conocer los derechos de los niños y respetarlos para que esto sea posible.  En definitiva, además de un cambio en la cultura de centro y en la formación de los padres y madres, es necesario transmitir a los alumnos y a las alumnas que su participación emerge desde la escuela pero que no debe limitarse a esta. 

Comentarios

  1. Muchas gracias por participar en esta actividad de la Unidad 3.

    Cómo hemos visto en el marco de la Unidad 3, el derecho a la participación en la infancia incluye el derecho a opinar libremente en los asuntos que le afectan, la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, conciencia y religión, la libertad de asociación, el acceso a la información y el derecho a la protección de la vida privada.

    Cualquier niño, niña o adolescente puede tomar parte en procesos de participación infantil, y atendiendo a la etapa educativa en la que se encuentra tendremos que trabajarla de maneras diferentes.

    Es muy importante entender y superar que participar no es “asistir”; y esto supone uno de los grandes retos. Al participar planificamos, organizamos, coordinamos, debatimos, decidimos, ejecutamos, evaluamos… y es muy importante entender que el resultado sí importa: un ejercicio de participación en el que los participantes no se comprometen con el resultado, lo evalúan y se responsabilizan en la búsqueda de mejoras no es un ejercicio de participación real.

    Hemos visto los beneficios que promover el derecho a la participación infantil puede tener tanto a nivel del alumnado como del centro educativo o de toda la comunidad, y también hemos podido reflexionar sobre esos mitos tan extendidos que suelen presentarse como las grandes barreras contra las que choca la promoción de la participación infantil.

    Esperamos haberte motivado e inspirado para promociona de la participación infantil en tu comunidad educativa.

    ¡Muchas gracias por tus aportaciones!

    El equipo de dinamización #EducaDerechosMOOC

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